Mi relación, un lugar donde había encontrado la paz que tanto pedí; luego de varios novios que en realidad no se si me hicieron bien o mal, estaba esperando que algo cambiara, que alguien me hiciera ver que no todos son iguales y así fue que perdí la parte más importante: el querer.
En realidad lo adoro mucho, ha sido la "mejor persona" e "inteligente" con quien he estado, nadie nunca me habló tan claro y me explicó cómo eran las cosas, al menos desde su punto de vista. Además de eso, él es muy amable, procura no tratarme mal cuando está verdaderamente enojado y es bastante bueno teniendo paciencia.
El problema aquí soy yo, y no quiero entrar a la típica frase "no eres tú, soy yo" porque me da asquito, pero ciertamente lo he comparado en muchas ocasiones con diferentes cosas que me han pasado y como creo yo que quiero que me traten. Él no es así.
Hay algo que las mujeres llamamos el típico patán, ese que te hace suspirar y delirar día tras día mientras noche tras noche se pierde de la fas de la tierra y hace todo lo que se le canta en gana. Por otro lado, tenemos a los tipos buena gente que no son perfectos pero están bien, sí, solo eso, están bien.
Entonces llegas al punto que después de que deseaste a un hombre que fuese al menos una compañía para ti, comienzas a pensar si necesitas más que solo eso ¿te mereces más que solo eso? quizás no.
Con nada de esto quiero decir que cambiaría a mi novio pero es para que entiendan que aunque consigan al indicado, en realidad no es perfecto y tendrán que vivir con ello porque ustedes tampoco lo son y tampoco se lo merecen. Ni siquiera sé si lo merezco a él.
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