Estoy rota, astillada por todas las cosas que suceden en mi vida y siento que no puedo cambiar aunque haga cosas hasta penadas por la ley.
Un poco entre destrozada y golpeada por las situaciones que vivo dÃa a dÃa, esas que a cada momento intento ocultar pero me persiguen de la forma en la que corren más rápido de lo que tu puedes escapar.
Frustrada porque el deseo es poder con todo y dejar de necesitar, pero la realidad es que toca abandonar lo que quieres para poder equilibrarlo.
Cansada al saber que quienes están contigo no pasan por la misma situación y creo que ni siquiera me entenderÃan; no están en la misma calle y quizás tampoco en la misma acera.
Asqueada por cada actitud que jamás pensaste tener la obligación de tragar porque si algo me caracteriza es escapar de los lugares donde no me siento cómoda.
Amarrada debido a las circunstancias, una atadura que aunque no sea eterna ¡vaya! se siente como un grillete en el tobillo. Es imposible escapar a menos de escoger caminos que no ayudan para nada en tu futuro y hasta podrÃa hablarse de borrar el mismo, pero no, esas no son soluciones reales.
Resignada a cumplir con esto pero al mismo tiempo esperanzada de haber obtenido una gran lección de vida que logre hacer que jamás vuelva a pasar por lo mismo.
Suscribe Roxana... "A veces estamos obligados a cumplir con cosas que no queremos por obtener aquello que siempre nos hemos propuesto"
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