El sufrimiento de una emigrante

Esta experiencia ha sido extraña para mi, claro, uno no se va del país todos los días pero uno piensa que va a extrañarlo absolutamente todo, y en mi caso, lo material lo dejé tranquilamente, me he conformado con todo aquello que me cupo en la maleta; la ropa más importante y esos objetos personales que eran imprescindibles para mi, sin embargo dos días antes de partir me reuní con mi novio porque no sabíamos cuando volveríamos a vernos y es allí cuando le vi el agujero negro a la vida, no solo por él, sino por mis amigos y una parte de mi familia.

Creo que no soy de la clase de personas que es demasiado apegada a su gente, pero si soy la clase de persona que se aferra a una sola porque es suficiente para darme vida.

Ese día, cuando ya debíamos despedirnos se nos desgarró el corazón, lloramos algunos segundos porque no queríamos que nos vieran así en el centro comercial al que fuimos; recuerdo cuando le dije que no llorará, porque me haría llorar a mi y en seguida lo sentimos todo tan real, tan claro o tan gris.

No saben cuanto voy a extrañar su presencia física porque si hay algo que caracterizó nuestra relación es estar el uno para el otro y en cada llamado en los "te extraño" siempre había una solución tangible, pero ahora solo tenemos letras de consuelo y llamadas cada vez que su Internet lo permita. Será una fase difícil pero espero que valga la pena.

Suscribe Roxana... "Aprendamos a amar con el alma como única forma de estar juntos".


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