Hace mucho que no escribo nada en este blog y siento que extraño demasiado expresar mis sentimientos como si fuera una poeta famosa a la que todo el mundo lee. Siempre he pensado que mi vida es demasiado interesante y llena de giros en la trama, pero a medida que he crecido me he dado cuenta que hay muchas personas malas a mi alrededor que solo buscan y disfrutan mi fracaso.
Las redes sociales o internet en general me han dejado lecciones demasiado importantes, entre ellas que la posibilidad de opinar y compartir -la libertad de expresión- está sobrevalorada, en vez de ayudarte, pueden hundirte y avergonzarte de quien eres.
Nadie sabe las razones por las que haces las cosas, a veces parece que lo mejor es explicar en detalle al público que te sigue para justificar lo que haz hecho con tu vida, hasta que te das cuenta que le das mucho valor a sus opiniones, y repito, la libertad de expresión está sobrevalorada.
Sinceramente me apetece escribir o hablar en un lugar seguro de todas mis opiniones, pero me da pereza tener que ocultar mi identidad para no sufrir consecuencias si hablo de mi familia, mis amigos, mis romances, mi trabajo o cualquier cosa que esté medianamente relacionada.
Es un dolor de culo tener que esconder mi existencia para poder ser feliz ¿ya nadie respeta que los demás opinan distinto? Aunque a veces pienso que hablo mucha paja y seguro me piso el rabo yo misma, es decir, que también he irrespetado a los demás y he impuesto mi opinión, así que soy una hipócrita.
En fin, me alegra haber vuelto a desahogarme en texto.
Suscribe Roxana... "Si alguien aun me lee, espero no seas de los malos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario