Entre mundos y estrellas

Me he sentado a pensar cuantas personas entran y salen de nuestras vidas, es como si fuéramos una especie de mundo y ellos decidieran si les gusta o no el lugar que les podemos ofrecer; y es que la mente de cada uno es un lugar propio de explorar.

Ahora, vamos a añadirle tiempos. Hoy muchos decidieron escapar a otros lugares, quizás para un mejor panorama o solo buscando algo más interesante... se desmaterializaron, se perdieron, se esfumaron, como si un portal se los hubiera tragado. Quien sabe si sería un mundo con más masa, uno de esos mundos que suelen hacer de Sol entre los planetas.

A veces solo cerramos la puerta, decidimos y preferimos tenernos a nosotros mismo salvos de las "estrellas"  y flotar en el espacio sin darnos cuenta que es imposible movernos en un lugar vaciĂł, eso no tendrĂ­a sentido a menos que fueras Dios.

Siempre seguimos algo (como las abejas a las flores) y más si no podemos evitar la fuerte atracción, ese tipo de química que nos lleva, nos adentra... la luz en lo oscuro que vamos a querer perseguir. Es allí cuando te encuentras totalmente atrapado por las formas que dibuja el pensamiento de alguien, alguien que vas a querer descubrir sin importar lo correcto, bizarro o descolorido que tenga sus lunas.

Bienvenido, estás dentro de otro mundo, uno que te atrajo sin apenas darte cuenta y que no vas a encontrar la puerta de salida porque tú creas esos agujeros negros cuando decides que ya la flor no tiene polen y que otros olores en el vacío te esperan.

Suscribe Roxana... "Porque asĂ­ es de la forma en la que nos enamoramos; sin buscar, encontramos y sin querer, nos quedamos."


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